Powered By Blogger

jueves, 10 de noviembre de 2011

Basura tras basura

Basura tras basura. Que pase luego el camión a recogerla, por favor. Se está acumulando mucho y el olor a dolor, traición y desilusión me está intoxicando hasta el punto de querer ahogarme de tanta soledad.

Me paseo por cada rincón de mi casa con un puñado de ideas en mi mano izquierda, mientras que en la derecha llevo un pequeño espejo para mirarme y cuestionarme cada segundo  de mis acciones y deberes.
Ay Sabiduría! Dónde te escondes y porqué huyes cuando más necesito de tu ayuda aunque sea microscópica.

Buena gente y a la vez poco saludable. Criticada, pero necesaria. Tranquila, pacífica y demente por querer cambiar al mundo. Arriesgada en palabras y no en hechos.

Me han cuidado 26 años y quizás tengan razón, aunque no pueden pretender que sus desengaños y frustraciones me arrastren para quedar débil ante cualquier situación.

Cómo empezar; cómo terminar. Tener la posibilidad de mirar por la ventana es el único sustento que tengo, suficiente para seguir quejándome y buscar comprensión allá afuera.


lunes, 7 de noviembre de 2011

Una cita contigo, amigo mío.

Te preguntarás porqué te escribo. Tengo entendido que nadie lo hace. La necesidad de dirigirme a ti surgió hace mucho, pero se potenció hace un par de días, específicamente este fin de semana.

Tengo muchas carencias. Tantas, que ya perdí la cuenta y me da terror hacer un listado para no traumarme. Gracias a esto, me di cuenta que soy muy afortunada en algo que si se materializara, sería como un dormitorio chapado en oro. Es capaz de llenar cualquier vacío sin importar tamaño, tiempo ni espacio.

Todo comenzó cuando me reencontré con mi amigo Felipe. Él ha estado siempre vigente, pero a la vez ausente. En ese momento, volvió hacer el amigo de antaño por unos instantes. Eso me bastó para darme cuenta que pese a todo, sigue siendo el mismo y que nuestra conexión sigue intacta.

Estos últimos tres meses han sido bien intensos. Mi paso por el DuocUC será inolvidable por los grandes momentos vividos, en especial por todas las instancias alegres brindadas por mi amigo Miguel, que con un par de palabras me hace olvidar todo pensamiento negativo. Es una amistad que no dan ganas de despojarse.

Cuando me tocó vivir uno de los episodios más difíciles de este año, me di cuenta que no podía sobrellevarlo sola. Necesitaba un consejo, apoyo sabio y cariño. Creo que no me equivoqué y acudí a la persona correcta. Mi amiga Caro se ha convertido en una persona potencial dentro de mi existencia. Pese a que no la veo seguido, tengo una sensación constante que siempre estará no solo para analizar lo más mínimo que se le ocurra a una de las dos, sino que también para comportarse como una hermana si fuese necesario.

Algo muy similar ocurre con quien no puedo perder contacto en más de dos semanas. Sabe escuchar y siempre tiene algo gracioso que aportar. Mi partner de alegrías, tristezas, penas, amarguras, desamparos y soledades. Quizás nuestras conversaciones no son las ideales porque casi siempre hay un pesar que contar, pero probablemente ese sería el motivo que en tan poco tiempo, la Dany se haya convertido en una amiga esencial.

Bastó sólo un llamado para levantarme de mi cama y cambiar completamente mis planes, en un domingo a las 3 de la tarde. Era mi amigo Marius, una tremenda persona que siempre tiene algo bueno que contar y aconsejar. Me encantaría que supiera que todas sus lecciones me hacen sentido. Espero que nunca se vaya.

Y sumo y sigo. Sé que soy injusta por no nombrar a todos. En el camino quedan los que se fueron hace mucho, los que desaparecieron hace poco, y los de siempre como mi amigazo Seba, Carlitos, de Marce, Carola, Pancha, Alan, y de los muchachos de la Orbe que hicieron del Oktoberfest una tremenda experiencia.

No volvería a ninguna época ni lugar. Me quedo acá agradecida de lo que recibo cada día y esa es la razón de este escrito, para decirte que tú eres un valor y sentimiento vital para mí, y que no habrá cosa material que pueda reemplazarte.