Powered By Blogger

lunes, 7 de noviembre de 2011

Una cita contigo, amigo mío.

Te preguntarás porqué te escribo. Tengo entendido que nadie lo hace. La necesidad de dirigirme a ti surgió hace mucho, pero se potenció hace un par de días, específicamente este fin de semana.

Tengo muchas carencias. Tantas, que ya perdí la cuenta y me da terror hacer un listado para no traumarme. Gracias a esto, me di cuenta que soy muy afortunada en algo que si se materializara, sería como un dormitorio chapado en oro. Es capaz de llenar cualquier vacío sin importar tamaño, tiempo ni espacio.

Todo comenzó cuando me reencontré con mi amigo Felipe. Él ha estado siempre vigente, pero a la vez ausente. En ese momento, volvió hacer el amigo de antaño por unos instantes. Eso me bastó para darme cuenta que pese a todo, sigue siendo el mismo y que nuestra conexión sigue intacta.

Estos últimos tres meses han sido bien intensos. Mi paso por el DuocUC será inolvidable por los grandes momentos vividos, en especial por todas las instancias alegres brindadas por mi amigo Miguel, que con un par de palabras me hace olvidar todo pensamiento negativo. Es una amistad que no dan ganas de despojarse.

Cuando me tocó vivir uno de los episodios más difíciles de este año, me di cuenta que no podía sobrellevarlo sola. Necesitaba un consejo, apoyo sabio y cariño. Creo que no me equivoqué y acudí a la persona correcta. Mi amiga Caro se ha convertido en una persona potencial dentro de mi existencia. Pese a que no la veo seguido, tengo una sensación constante que siempre estará no solo para analizar lo más mínimo que se le ocurra a una de las dos, sino que también para comportarse como una hermana si fuese necesario.

Algo muy similar ocurre con quien no puedo perder contacto en más de dos semanas. Sabe escuchar y siempre tiene algo gracioso que aportar. Mi partner de alegrías, tristezas, penas, amarguras, desamparos y soledades. Quizás nuestras conversaciones no son las ideales porque casi siempre hay un pesar que contar, pero probablemente ese sería el motivo que en tan poco tiempo, la Dany se haya convertido en una amiga esencial.

Bastó sólo un llamado para levantarme de mi cama y cambiar completamente mis planes, en un domingo a las 3 de la tarde. Era mi amigo Marius, una tremenda persona que siempre tiene algo bueno que contar y aconsejar. Me encantaría que supiera que todas sus lecciones me hacen sentido. Espero que nunca se vaya.

Y sumo y sigo. Sé que soy injusta por no nombrar a todos. En el camino quedan los que se fueron hace mucho, los que desaparecieron hace poco, y los de siempre como mi amigazo Seba, Carlitos, de Marce, Carola, Pancha, Alan, y de los muchachos de la Orbe que hicieron del Oktoberfest una tremenda experiencia.

No volvería a ninguna época ni lugar. Me quedo acá agradecida de lo que recibo cada día y esa es la razón de este escrito, para decirte que tú eres un valor y sentimiento vital para mí, y que no habrá cosa material que pueda reemplazarte.


Para la ocasión, comparto una creación de Antoine De Saint-Exupéry llamado "Amigo mío"



Amigo mío,
tengo tanta necesidad de tu amistad.
Tengo sed de un compañero que respete en mí,
por encima de los litigios de la razón,
el peregrino de aquel fuego.
A veces tengo necesidad de gustar por adelantado el calor prometido,
y descansar, más allá de mí mismo,
en esa cita que será la nuestra.
Hallo la paz.
Más allá de mis palabras torpes,
más allá de los razonamientos que me pueden engañar,
tú consideras en mí, simplemente al Hombre,
tú honras en mí al embajador de creencias,
de costumbres, de amores particulares.
Si difiero de ti, lejos de menoscabarte te engrandezco.
Me interrogas como se interroga al viajero,
Yo, que como todos, experimento la necesidad de ser reconocido,
me siento puro en ti y voy hacia ti.
Tengo necesidad de ir allí donde soy puro.
Jamás han sido mis fórmulas ni mis andanzas
las que te informaron acerca de lo que soy,
sino que la aceptación de quien soy te ha hecho
necesariamente indulgente para con esas andanzas y esas fórmulas.
Te estoy agradecido porque me recibes tal como soy.
¿Qué he de hacer con un amigo que me juzga?
Si todavía combato, combatiré un poco por ti.
Tengo necesidad de ti. Tengo necesidad de ayudarte a vivir.

No hay comentarios:

Publicar un comentario